domingo, 4 de mayo de 2008

Pensando en...


Como dicen en televisión: “a pedido del público”, voy a incluir un nuevo enigma, aunque la resolución del anterior esté todavía en tinieblas. Sigo a la espera de algún buen samaritano que se anime a escribirla. “Al que le quepa el sayo, que se lo ponga”, dice el dicho.
Pasemos a lo nuestro. Ya se habrán dado cuenta de cuál es el tema de este enigma. Así es… los (ab)usos del gerundio.
No voy a abundar en datos, pero todos sabemos que el gerundio es, según la R.A.E., el adverbio verbal, una categoría ambivalente y, tal vez por eso mismo, empleada al hartazgo en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Piensen, si no, en la gran cantidad de programas de televisión que llevan gerundios en su título: sin ir más lejos, los interminables almuerzos de Mirtha, todos los “gerundios por un sueño”, algunas canciones de películas clásicas (“Cantando bajo la lluvia”), algunos clásicos infantiles (“Buscando a Nemo”), y un largo etcétera. (Pueden aportar otros casos que recuerden.)
Como se ve, las posibilidades expresivas del gerundio son muchas. La cuestión, entonces, no es condenar los usos vetados por la normativa, sino entender 1) por qué son tan productivos para los hablantes, y 2) por qué son considerados “incorrectos”.
Observen los siguientes ejemplos:

(1) “El lenguaje se encuentra innatamente incorporado en nuestra especie humana, permitiendo la comunicación a través de signos vocales y técnicas corporales complejas.” (TP de Lingüística I)
(2) “La gente del campo realizó la asamblea esta mañana, resolviendo seguir con la medida de fuerza hasta que se derogue la medida.” (Periodista de “América Noticias”)
(3) “Considero que la periodización de Saussure es más pormenorizada, dando argumentos a favor y en contra de cada uno de los períodos o fases, mostrando sus aciertos y sus errores.” (TP de una alumna del Profesorado en Inglés)
(4) “Los legisladores tienen que presentar un proyecto de ley regulando las retenciones, porque esto no es una medida que se pueda imponer por decreto.” (Representante del campo en el programa “La Cornisa”).
(5) “Encontraron al joven, estudiando en el parque” (Encarta. Ejemplo de uso adecuado de gerundio referido al OD)

El repaso de estos casos, tomados de usos concretos, deja a las claras que el empleo de esta categoría léxica es productivo para expresar una serie de matices para los que no está especializado. Se trataría de una especie de “comodín” que se emplea porque, casualmente, es cómodo: no hay que preocuparse por la flexión del verbo, por la concordancia de los tiempos y modos ni por el establecimiento de relaciones más complejas por medio de conectores. De aquí pueden sacarse algunas conclusiones interesantes, que espero surjan de ustedes.
La tarea que propongo es sencilla:
a) Pensar en cada caso.
b) Proponer una solución para cada uno, esto es, reescribir cada enunciado “arreglando” el problema causado por el gerundio.
c) Dejar una reflexión acerca de por qué los hablantes apelan a estos usos, cuando la lengua ofrece otras posibilidades.
Si quieren, pueden consultar algunas fuentes, pero esto no es necesario. Es más, prefiero que la reflexión surja de ustedes y no de lo que dicen otros. Eso es más fácil que arriesgarse a decir lo que uno piensa, ¿no?
El desafío está en marcha. Espero que participen tanto los destinatarios específicos de este blog, como esos visitantes ocasionales a los que aliento para que dejen sus comentarios.

Saludos a todos.

Prof. Leandro